Iguales

Sus colmillos se mostraron en cuanto recibió el disparo, esta vez muy cerca del corazón. Aunque esas balas lo empezaron a debilitar, el cazador siguió apuntándole con su escopeta. Solo le quedaba una oportunidad.

―Recuerden llamarme héroe cuando os extermine a todos. ―El siguiente disparo no sonó, pues se había quedado sin balas.

―Y tú que no somos tan diferentes.

―A una velocidad sobrehumana se encontró frente a él agarrándolo del cuello, sin darle tiempo a recargar su arma.

―Pues ambos somos monstruos…

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