La llave del comienzo


La decisión se veía clara en su mente desde que se levantó esa mañana y cogió la llave de su actual trabajo. Había estado pensándolo mucho, pero después de mirar la foto que cada noche veía en su mesilla, sabía que no podía fallarse.

De camino al trabajo estuvo recordando cada detalle de aquella foto, la sonrisa que él mismo irradiaba, junto a sus demás compañeros y alumnos, y aquel paisaje montañoso al que podía considerar como su segundo hogar.

Al fin sabía que tenía una oportunidad mejor, pero tendría que renunciar aquello que le impedía realizarlo. Aunque fuera casi el único que estaba de acuerdo.

Sin darse apenas cuenta, se encontró enfrente del despacho de su jefe, donde tuvieron su última charla y la entrega de esa llave que le permitiría un nuevo comienzo.

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