¡Aquí están, aquí vienen de nuevo! Hola, y bienvenidos una vez más a Función Destino, queridos Creadores de Destinos, hoy vengo con cinco microrelatos más de WrimoLMDE, ya estamos en la última semana, pero aún me faltan muchos microrrelatos por subir al blog. Los que voy a subir hoy son los que hice desde el día 6 hasta el día 10 de este mes. Me divertí mucho haciéndolos al igual que los de la primera parte, ya que como podéis ver, hice nuevos diseños con las imágenes y el texto, además que cada palabra del día supone un nuevo reto y es interesante ver lo que se puede escribir a través de esa palabra y ver lo que los demás participantes escriben.

Como dije en la primera entrada, podéis ir viendo los microrrelatos en mi twitter @isavigilante, que es por esa red social en la que los estoy subiendo. Y os recomiendo también pasaros por el hashtag #WrimoLMDE, donde también podréis ver y leer los relatos de los demás participantes (en serio, pasaros, hay muchos que están genial).
Y como no, antes de acabar, os doy un nuevo avance de que pronto volveré con la sección "Diseñando Destinos" con una nueva entrada que tiene que ver con las imágenes de está iniciativa-concurso. Espero que os la pueda traer pronto, mientras tanto,
No dudéis en escribir criticas constructivas sobre lo que os han parecido y decir cual es vuestro favorito. 
¡Os leo a tod@s en los comentarios!
Parte 2
Parte 3
Parte 4
Parte 5 (Próximamente)
¡Espero que las disfrutéis y nos leemos en la siguiente entrada!

Incluso estando en el suelo de la calle, no encuentro grieta alguna en aquel cristal ovalado. Ni siquiera sé cómo pudo llegar hasta aquí, en medio de la nada.
Y, lo más extraño, es el espectro de luz que puedo ver a través de él en cuanto lo cojo, aunque solo pasan unos segundos cuando desaparece. Veo la imagen cambiar a través del cristal, haciendo que no corresponda a lo que puedo alcanzar a ver sin él. Era una nueva ciudad, y no parecía estar lejos.
Por fin había encontrado el siguiente nivel del juego.

―Ya no tengo hambre.-dijo la devoradora de mundos cuando termino de comer su ración de estrellas y planetas, aunque antes de irse no dudó en echar una última ojeada para saber su objetivo del próximo siglo.
La Vía Láctea.
―Quizás mañana.


Todos los que conocían su leyenda lo llamaban el Búho. Tal vez por su personalidad huraña y solitaria que demostraba al no tener apenas contacto humano. Pocos lo habían visto, los extraviados del día aseguraban de un ser con figura humana y una túnica con capucha añil, que dejaba sus pasos hasta la salida del bosque.
En cambio, los perdidos en la oscuridad, tan solo lograban atisbar dos grandes ojos que les observaban desde los árboles, además de un fuerte aleteo que seguía hasta el final del camino.
―¿Cómo has podido encontrarnos? ―preguntó el oficial al joven extraviado de aquel día.
―Solo seguí al búho. ―El oficial llamó a su compañero poco convencido para contactar con los tutores del niño, hasta que oyó un aleteo entre los árboles que se alejaba hacia las profundidades del bosque, donde desde su escondida cabaña alguien observaba a través de su bola de cristal.

Como cada día, cuando mi Laura volvía, solo me bastaba con mirarla fijamente con ojitos tiernos, para hacer que se rindiera y acabara dándome mimos en la barriga. Ese podía considerarse mi momento favorito del día desde que me adoptó.
Como cada día, al volver del trabajo, solía tumbarme en el sofá, cansada por la rutina pero sabía que en unos segundos, Luna aparecía delante de mí ladrándome alegremente y poniéndome esa carita. La dejo subirse y la comienzo a acariciar, sintiéndome más acompañada que nunca. Y sin saberlo, ambas compartían el mismo pensamiento.
<<¿Qué sería de mí sin ella?>>

Por fin ha llegado el día en el que puedo entrar al panteón, coincidiendo justamente con tu aniversario. Deambulo por la casi oscuridad de aquel lugar hasta dar con tu tumba y poso mi mano sobre ella, mirando aquella rosa amarilla que yace sobre el cemento y el pequeño espejo fragmentado con un reflejo inexistente.
Porque aunque nos hayan olvidado,
sabes que aún sigo guardando tu secreto
y seguramente eso sea lo que hace que esa vela de la entrada aún no llegue a apagarse.
Incluso después de mi existencia.

Hola queridos Creadores de destinos, bienvenidos una vez más a blog. Otra vez vuelvo con la sección "Aventuras del destino" para hablaros de una actividad que se celebro en las fiestas de mi ciudad.
Es bonito conocer las costumbres de otras culturas, y está vez en este evento ha sido la japonesa. Pasamos toda la tarde haciendo los diversos talleres que ofrecían y viendo los expositores, entre ellos jardines zen, origami, juegos japoneses, kirigami, etc...
Hubo dos talleres principales, uno el de Ninjutsu, que repartieron en dos grupos; uno para mayores y otro para niños, este arte marcial de japón está basado en técnicas que han utilizado los ninjas, en este no participé ya que era el que más duraba, pero mis dos acompañantes a esta velada lo probaron y pasaron un buen rato, además de aprender algunas técnicas básicas de este arte marcial.
Otro de los talleres a los que se podía apuntar era el de Reiki, seguro que aunque no lo hayais probado, si habéis hablado alguna vez. Te dan una sesión transmitiendo la energía de la persona a través de sus manos para tener un mejor bienestar físico, además del emocional y el espiritual. Para conseguirlo está energía que transmiten al cuerpo la conducen a través de los chakras para el equilibrio del organismo.
Además de estos dos talleres en los que la gente se podía apuntar, había unos cuantos más en los que podías pasarte sin necesidad de apuntarte. Al finalizar la velada también pudimos disfrutar de una exhibición de Ninjutsu.
A continuación, mostraré varias fotos que hice del evento.
Taller de reiki.

Exposición de varias armas japonesas
Taller de kimonos femeninos.
Realidad virtual en donde vimos Japon en 3D a través de una aplicación.
Taller de origami. Arte que consiste en crear figuras a través del papel.
Taller de Sumie, tecnicas de dibujo con tinta.
Exposición de figuritas japonesas.
Taller de juegos japoneses.
Taller de jardines zen.
Exposición de armaduras japonesas.
¡Nos leemos en la siguiente entrada!
¡A seguir disfrutando del fin de semana!
¡Ya es Domingo! Y como sabéis, por la anterior entrada aún sigo con el reto #WrimoLMDE, y para finalizar la semana, voy a empezar a subir por aquí los microrrelatos. Así que ya tenéis disponibles cinco, de los primeros días. También podéis acceder a ellos dando a la imagen y os llevará a la entrada correspondiente de cada microrrelato.

¡Empezamos!


El reto sigue hasta fin de mes, así que aún me quedan bastantes microrrelatos por subir, podréis seguir el reto a través de twitter y facebook de La maldición del escritor. Y bueno, hasta aquí, la primera parte, espero que los esteis disfrutado y que tengáis un buen inicio de semana. 
No dudéis en escribir criticas constructivas sobre lo que os han parecido y decir cual es vuestro favorito. 
¡Os leo a tod@s en los comentarios!
Parte 2
Parte 3
Parte 4
Parte 5 (Próximamente)
¡Hasta la próxima entrada!


Era de noche y el cielo anunciaba una lluvia de estrellas. Todos los de aquella ciudad se dedicaron a admirarla desde varios rincones, salvo en el gran parque, donde todos los días paseaban niños y mayores, y donde vivían varios tipos de pequeños animales y plantas que hacían más vivo aquel lugar.

Pero ese día todo estaba más silencioso desde que la noticia trágica llegó. El gran parque fue sentenciado a ser utilizado para construir más edificios. Mucha gente siguió luchando, incluso la propia naturaleza. Y eso se supo cuando una de las estrellas de aquella noche cayó al lago del gran parque.

Esa noche, el cielo y el agua fueron testigos de aquella criatura, que al nacer de aquella mística manera, le fue otorgada una misión.

Convertir aquel lugar en un sitio encantado.

Convertir aquel lugar en un sitio que nadie se atreviera a destruir.


Cierro los ojos en cuanto noto los rayos de sol entrando a través de la rotura del cristal transparente. Me siento atrapado por el cinturón y tan dolorido que apenas puedo respirar, tan solo puedo escuchar las sirenas acercándose más y más mientras siento como voy perdiendo el conocimiento.

―¡Hay que llevárselo, lo estamos perdiendo! ―Me incorporo rápidamente, confundido, sobre todo al ver que me encuentro en frente a un pub y con mi mente algo nublada.

―¿Vas a entrar o te arriesgas a ir en el tuyo? ―Aquella voz se me hizo conocida por lo que no dudo en entrar, pero al sentarme en aquel vehículo puedo ver que algo no va bien. Sobre todo al ver como la persona que me devuelve la mirada a través del retrovisor no soy yo.


Desde que desperté aquel día, sabía que no podía seguir sirviendo aquellas insulsas magdalenas, y menos siendo el primer día. Quedaba más menos de una hora para la hora del desayuno así que me puse manos a la obra, decorando cada pastelito y pensando en aquellas personas que iban a venir. Les puse unos ojos de crema y chocolate, por los alumnos nuevos y antiguos que iban a pisar esos pasillos, con la cabeza llena de sueños y con ganas de aprender. Una monda de mandarina para la boca, por los profesores, que cada día se esfuerzan por enseñar y ayudar a que esos sueños sean cumplidos.

Sonreí al ver el resultado y los puse en el expositor mientras los primeros clientes empezaban a llegar, curiosos ante los nuevos postres de aquel día.

Está claro a nadie le amarga un pastelito divertido, aunque sea lunes.



Los gritos de alegría se hicieron presentes al finalizar el campeonato. Y yo, como muchas otras veces, volví a perder. Salí de aquel polideportivo, suspirando, hasta que dejo de notar el viento en mi cara y mi mirada se concentró en lo que estaba sucediendo delante de mí.

Pude ver como alguien estaba intentando robarle la mochila a un joven, a plena luz del día pero aprovechando que todos estaban dentro. No pensé mucho en mis acciones, solo recuerdo que fui hacia él controlando que no pudiera verme y cuando vi el momento, solo le hice una de las llaves que tanto había ensayado.

Aunque no lo logré noquear, si pude llegar a retenerlo y que la víctima pudiese pedir ayuda. Enseguida pude ver como la gente que salía, empezó a rodearnos y mi expresión interna cambió en cuanto pude ver que aquel día había ganado otro tipo de medalla.


La decisión se veía clara en su mente desde que se levantó esa mañana y cogió la llave de su actual trabajo. Había estado pensándolo mucho, pero después de mirar la foto que cada noche veía en su mesilla, sabía que no podía fallarse.

De camino al trabajo estuvo recordando cada detalle de aquella foto, la sonrisa que él mismo irradiaba, junto a sus demás compañeros y alumnos, y aquel paisaje montañoso al que podía considerar como su segundo hogar.

Al fin sabía que tenía una oportunidad mejor, pero tendría que renunciar aquello que le impedía realizarlo. Aunque fuera casi el único que estaba de acuerdo.

Sin darse apenas cuenta, se encontró enfrente del despacho de su jefe, donde tuvieron su última charla y la entrega de esa llave que le permitiría un nuevo comienzo.


Para finalizar este domingo, os vengo con una nueva entrada especial, ya que se trata sobre mi participación en una iniciativa de redes sociales que organizo "La Maldición del escritor" (Aquí os dejo la entrada si queréis saber más).

Es un tipo de inktober pero en el mes de septiembre, donde han propuesto una lista de 30 palabras con las que debemos hacer un microrrelato en una imagen de máximo 150 palabras cada día. Esta iniciativa se esta haciendo por redes sociales, tanto en twitter como en facebook con el hasgtag #wrimoLMDE. En mi caso solo lo estoy subiendo por twitter, aunque también lo voy a ir subiendo los microrrelatos por aquí para que los podáis leer.

Lo divertido de esta iniciativa es ver la historia que sale con cada palabra, además de leer las de los demás participantes y diseñar la imagen que irá con cada palabra. De momento estoy aguantando bastante bien, espero que siga durando. Esta solo es una entrada informativa, los microrrelatos se irán subiendo al blog más adelante.

(Mientras podéis fisgonear en mi perfil de twitter los micros de cada día)
Parte 5- Microrrelatos 25-30(Proxímamente)

Espero que los disfrutéis. ¡Feliz Domingo!